Se la banca con una sonrisa y asegura que está feliz de colaborar, pero hay que reconocer que es durÃsima la pena que la justicia le puso a Carmen Barbieri por el tema del extravÃo de cheques con horas y horas de servicio en comedores cuando tantos no cumplen ni un dÃa de castigo por pecados sociales mil veces peores.
La probation que está cumpliendo Carmen le lleva un gran tiempo diario y de allà va en colectivo a visitar a su madre, reponiéndose muy de a poco.
Por eso, sin ponerle cocardas inmerecidas, realmente hay que decir que son dÃas muy difÃciles para la artista y nos pone felices verla de punta en blanco sonreÃr cómplice con su hijo, Federico Bal, en la producción de fotos para “MagnÃfica”, la revista con la que ambos debutarán en el teatro Corrientes de Mar del Plata.
Mientras espera que el juez le diga si podrá seguir su probation en esa ciudad o si tendrá que viajar ida y vuelta a Buenos Aires para trabajar y cumplir las horas adeudadas, Carmen arma su revista con 26 personas en escena y le agradece a Fede que le saque una sonrisa. Al menos para la marquesina del teatro.
Fede Bal, la única alegrÃa de su madre por estos dÃas
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