Pampita y García Moritán, nueva sonrisa para la boda

Pampita está en todo. Por suerte para ella ya grabó el “Bailando” y solo hace su programa de NET TV al mediodía, en estas pocas horas previas a la gran boda de este viernes y a la fiesta ambientada por Gloria César en el Palacio Sans Souci, de San Fernando.
Carolina no pierde detalle, desde su propio look controlado por su equipo, hasta el de sus 30 damas de honor, todas de negro y con tocados especialmente diseñados por Guidobono, se apoyó en Daniel Casalnovo para el look de los varones, incluyendo al novio (de jaquet) y a sus tres hijos, todos con smoking negro.
En este jueves llegaron los amigos chilenos y de Miami, más de 30 invitados a la fiesta, donde como contó Puli de María, habrá mesas largas, de 36 personas cada una, para disfrutar la bandejeada previa con delicias de mar llegadas desde el restaurante de Roberto García Moritán, para degustar el plato principal con cordero y el postre de volcán de chocolate, antes de la medianoche y del baile con muchísimos invitados, incluyendo a toda la técnica de “Pampita Online”.
Carolina se producirá en una suite del lugar, para bajar las escaleras envuelta en música y llegar al jardín de invierno donde la esperará su futuro marido para la ceremonia civil y posterior bendición. Trece testigos, siete de Pampita y seis de García Moritán, acompañarán a los novios y todas son expectativas.
La noche (o mañana de sabado) de bodas, será en el Four Seasons (regalo de su amigo Gabriel Oliveri) y Pampita tiene que trabajar el lunes tanto en NET TV como en el “Bailando” porque por contrato sus productores no quieren perderse las primicias del día después, si bien le darán a cambio el permiso para su luna de miel en Paris, que será del martes al otro lunes.
Todo marcha sobre ruedas, incluso el clima, porque la noche del viernes promete ser impecable, estrellada y fresca. Y lo que está asegurado son las sonrisas para la foto, especialmente cuidadas y blanqueadas por el hermano de Pampita y su socio, sus odontólogos de cabecera. Para Pampita algo esencial.