InicioACTUALIDADSe casó Novaresio: "no paré de llorar"

Se casó Novaresio: “no paré de llorar”

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Este 15 de julio es un día especial porque se cumplen 11 años de la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario en la Argentina, que fue el décimo país del mundo en consagrar la unión civil de personas del mismo sexo.
Y en este jueves al mediodía se casó Luis Novaresio con su pareja, Braulio Bauab, con promesa de una mega fiesta hacia marzo, cuando la expectativa es que pase la pandemia.
El periodista escribió una nota muy sentida e interesante para Infobae donde cuenta por qué se quiere casar. Le deseamos mucha felicidad a la pareja porque conocemos a Luis y es excelente persona, un ser solidario y amoroso, que se merece lo mejor.
A las cuatro de la tarde Andrea, desde Israel, animará la ceremonia religiosa, donde romperán la copa (como en los casamientos judíos), todo por zoom y para amigos y familiares.

 

“Me quiero casar, primero y esencial, porque puedo decir que vivo el amor de mi vida. Y aquí, no hay mucho más para escribir o pensar. Basta mirar la integridad de mi futuro esposo. Sólo mirarlo a los ojos. Estar enamorado es una aluvión imparable de ganas de compartir con un par el artesanal ejercicio de la vida diaria, de ese claroscuro que es la vida diaria. Y eso merece celebración. Pueden acusarnos a los casamenteros de obvios, pero no he encontrado ceremonia de celebración más emocionante que aquella de dos almas libres diciendo “sí que quiero ser más que tu pariente”. Ni tu amigo, ni tu hijo, ni tu padre ni tu primo. Quiero ser más que eso. Distinto, nuevo, único e irrepetible que es lo que es el amor único e irrepetible como lo es el mío por B” escribió Novaresio.
Y agregó: “Me quiero casar porque es una fiesta. Y en ella, virtual por el coronavirus, real cuando se pueda, quiero verle las caras a los que quiero para contagiar ese amor o agradecerles el de ellos, o fundirlos en el mío. Porque, como dice Pasolini, eso contagia. “Que al amor de ustedes pueda agregarse la conciencia del amor de ustedes”, me hace acordar mi amigo Gerardo Pepino desde Italia recitándome esa frase del enorme Pasolini en el idioma de mis padres. La conciencia del amor de los esposos.
“Me quiero casar porque puedo. Ahora sí. Por la lucha de muchos, muchas y, cómo no, muchxs, que no cacarearon como yo por años gritos vacíos de rebeldía sino que pusieron el cuerpo, su decisión y su inteligencia para que hace 11 años fuera ley mi deseo y el de miles. Que atropellaron a los que querían conservar para ellos la libre celebración del amor invocando hasta robos de bebés por parte de parejas homosexuales si salía la ley. Los mismos que luego, qué casualidad, no trepidaron en robarse un turno de vacuna antes de tiempo. Me quiero casar por la lucha de los colectivos LGTBIQ+ que fueron y son un ejemplo.

Por eso me quiero casar. Nada menos”.

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