Dos hermanos por parte de padre se reunen para repartirse los bienes. Ese es el disparador para que Julio Chávez y Adrian Suar se debatan en un duelo actoral donde cada uno saca sus mejores armas para lucirse.
En la lindÃsima sala de El Nacional (ahora propiedad del propio Suar junto a Nacho Laviaguerre y Diego Romay), se estrenó la obra escrita por Julio Chávez y Camila Mansilla donde en el generoso diseño de escenografÃa de Jorge Ferrari, el living de una casa señorial, se desarrolla el encuentro de DarÃo y Gregorio, a punto de firmar el acuerdo por la herencia paterna.
Pero esa firma se demorará primero por un misterioso hallazgo de un cuadro y luego por el verdadero motivo del desencuentro entre quienes se deben “un rato con él“, como reza el tÃtulo de la obra. Un rato para decirse todo lo que ocultaron durante años y que los distanció.
A Adrián Suar le calza justa la piel de su DarÃo, inquieto, desconfiado, gracioso en sus errores y a Julio Chávez se le cree este enojado y dolido Gregorio, que se desarma hasta convertirse en el ser más tierno y necesitado del planeta. La quÃmica entre los actores suma y mucho para crear empatÃa en el espectador en una relación que trasciende a sus personajes.
Muy correctos en sus roles, Manuela Pal, Marcelo D´Andrea y Francisco Lumerman cierran el cÃrculo de la acertada dirección de Daniel Barone para esta historia sobre los vÃnculos que termina tocando el corazón del público.Â
Julio Chávez y Adrian Suar, de la risa a la emoción
PERSONAJES