“Tengo un Parkinson galopante, amigos, y cuando empiezo a temblar me cuesta parar” contó crudamente el cantante Donald, de 75 años, en su cuenta de Facebook.
En una sincera carta para sus seguidores, Donald Mc Cluskey explicó que a su enfermedad “le presento batalla dÃa a dÃa, apelando incluso a terapias alternativas que alivian. Lo quiero vencer, pero noto que pese a mi resistencia, el mal no cede y no se da por vencido. Gracias a Dios, a la Virgen, a Jesús y a la ciencia, existe un medicamento que calma, que aquieta, que apacigua, disminuye y hasta hace desaparecer (por completo) los temblores (siempre y cuando se observen determinadas condiciones”.
Y agregó en su texto: “estar sentado en paz, contento, tocando la guitarra cantando, ya sea sobre una banqueta en un escenario, o en un sillón de casa, en ambientes amables, amigables (despojados de estrés, enojos, tristeza y/o angustia), me provoca gran alegrÃa. Los temblores desaparecen por completo”
“La pálida aparece cuando me paro o me pongo en movimiento.Ahà se agudizan las tensiones y se trasladan a todo el cuerpo. Para desplazarme de un lado a otro, debo hacerlo agarrándome de lo que encuentre a mano, y con extrema lentitud doy un pasito detrás del otro, hasta que llego a donde me propuse llegar sin contratiempos y sin caerme, aunque tomando seriamente en cuenta, el peligro que significa moverme asÃ, debido a la posibilidad de marearme, caerme y de lastimarme con el porrazo”, contó sin escatimar detalles Donald.
Al igual que el Indio Solari o Michael Fox, Donald señala que lo peor del Parkinson no es el hecho de temblar, sino que “aparecen otros signos notorios y muy incómodos como ser la rigidez y la lentitud”.
“Pero acá estoy, amigos. Y sigo estando vivito y coleando, gracias a Dios. Ni que fuese un visionario (como lo fue mi viejo)” finalizó Donald con mucho optimismo.