Hay que tener cuidado con las cirugÃas, las tentaciones del botox y del ácido hialurónico, entre otros métodos de modificaciones y rellenos faciales, porque paso a paso el rostro va perdiendo personalidad y forma.
Por eso no parece del todo acertada la elección de Wanda Icardi de seguir haciendo crecer su labio superior y achicar su nariz, en un nuevo aspecto con el que hoy es tapa de la revista Gente, mostrando su vida en Paris.
Wanda cumplió 33 años y ahora que todos sus hijos están escolarizados tiene más tiempo para ocuparse de ella y, evidentemente, a punto de debutar como panelista del “Gran Hermano VIP” italiano y de volver al show futbolÃstico Tiki Taka en enero, decidió modificar sus rasgos buscando lo que para ella, será la perfección.