Después de los golpes que recibió en la puerta de un boliche de Rosario y de su cirugÃa en el Hospital Austral de Pilar, Tiziano Gravier se recupera con el amor de su familia y la compañÃa de sus amigos.
Le pusieron dos placas de titanio y cuatro tornillos en la boca que lo obligan a una dieta lÃquida, adelgazó seis kilos y continúa con antibióticos y calmantes, según refleja la portada de la revista Caras de esta semana.
“No quiero que le pase a otro”, dice Tiziano, cuando sus atacantes reconocieron que no saben por qué le pegaron.
Mientras tanto, el domingo pasado, Alejandro Gravier, su papá, mostró cómo organizaron una reunión porque toda la familia, desde sus hermanos, Benicio, Balthazar y Taina, hasta todos sus abuelos, tÃos y primos, quisieron estar junto Tiziano para bancarlo en este momento difÃcil.
Elizabeth, la madre de uno de los agresores de Tiziano, Jesuan Monzón, contó que su hijo llegó esa noche y le dijo “mamá, me mandé una cagada, le pegué al hijo de Valeria Mazza”.
En esta semana tuvieron que volver a operar a Tiziano en el Austral y sigue con su rehabilitación.