Cuando muchos compañeros periodistas y panelistas dicen de los mediáticos recién salidos de realitys que están agrandados y que no son nadie para abandonar programas en vivo, contestar en redes como si fueran fulgurantes estrellas del ambiente artístico o responder de igual a igual a gente con mucha trayectoria; siempre los he defendido, me he puesto del lado de ellos porque me gusta la democracia y creo que todo el mundo tiene que tener las mismas oportunidades en el medio y que no valen los prejuicios.
Pero cuando sólo tiras info que no les gusta o no les conviene, sin aludir a lo personal y te devuelven una pelota llena de agresiones y ofensas baratas, porque no les da para más; entiendo que es el único arma que tienen para visibilizarse. Y me dan pena.
Así trepan a otro reality o a ocupar un lugar en una mesa que no les corresponde, pero mucho más lejos dificil que lleguen.
Pensar que uno intenta, que los acepta como iguales en un panel cuando no lo merecen, que le recomienda (como en mi caso) a un productor teatral que los contraten.
Ahora entiendo que vale más el discurso de odio de muchos colegas, porque estamos inmersos en una sociedad que valora más la difamación que la información.
Allá cada uno con su vida. Yo estoy más que en paz con la mía, con muuuuchos años de permanencia en los medios, desde la gráfica, diarios y revistas, hasta hoy. No tengo que darle explicaciones a nada ni a nadie. Pero algunos, dan verguenza.
Señores y señoras mediáticos/as : quien quiera oír que oiga
PERSONAJES