InicioACTUALIDADRosella Della Giovampaola y su amor de dos décadas con Gustavo Yankelevich

Rosella Della Giovampaola y su amor de dos décadas con Gustavo Yankelevich

Están juntos desde hace más de 20 años y reparten su vida entre Punta del Este, donde viven desde el 2019, Europa y Buenos Aires, donde el productor sigue liderando en la cartelera de la calle Corrientes en espectáculos como “Tootsie”, “Los Bonobos” y el show de Roberto Moldavsky.
Gustavo Yankelevich y Rosella Della Giovampaola lograron, además, formar una familia ensamblada con María Toscana, hija de ella y de Jorge Garfunkel (fallecido en 1998), quien se casó en el pueblo natal de su madre, su hermana Patricia y Tomás Yankelevich su mujer e hijos y los nietos de Gustavo, por parte de Romina Yan, Franco, Valentín y Azul.
Rosella habló con la revista Hola! de Argentina, de la que son tapa posando en su reciente viaje a Italia y desde allí habló sobre el amor que hoy sigue reinando en la pareja.

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¿Cómo es su relación hoy?

–Tenemos un vínculo de mucho amor y compañerismo. En todos estos años vivimos cosas maravillosas y también espantosas, pero las atravesamos juntos, acompañándonos. Ayer lo fui a despedir porque se volvía a Montevideo y cuando nos separamos en el aeropuerto lo hicimos con un amor… Porque cada viaje que hacemos es como si recién empezáramos nuestra luna de miel. Es raro de explicar.

–¿Qué es lo que te sigue enamorando de él?

–Gustavo es un hombre sólido, derecho, cristalino, un ser leal. Es una persona sobre la cual me puedo apoyar incondicionalmente. Él me sigue queriendo y lo noto a través de su mirada. A veces siento que me mira como esas primeras veces y es muy lindo sentirse así con alguien después de tanto tiempo juntos. Gustavo es mi vida, mi núcleo. Sé que por momentos es muy distraído y colgado y que piensa mucho en su trabajo, pero cuando me mira, me vuelve a sorprender y me dice “qué bien te queda ese vestido, qué linda estás”.

“Somos una gran familia y, de alguna manera siempre buscamos la vuelta para no perdernos y seguir conectados a pesar de la distancia”

–¿Cómo es la vida con una familia ensamblada?

–Gracias a Dios estamos muy bien. La familia de Gustavo es maravillosa, sus nietos de parte de su hija Romina son unos soles: Azul es un rayo, superinteligente, brillante, compañera; Franco, que está armando su carrera como actor, es un hombre sensible y cariñoso y Valentín, lo mismo. Y su hijo Tomás es un amor, también; su mujer Sofía, sus hijos… Ahora estamos organizando las cosas para juntarnos todos, tal vez en Miami, para fin de año, porque en diciembre cumplen años Gustavo, Tosky, Tomás y Valentín. Hay algo del valor familia que todos lo respiraron desde chicos.

Una postal de la familia ensamblada. De izquierda a derecha, Valentín y Franco Giordano –hijos de Romina Yan–, posan con su abuelo, con Rossella y con su joven “tía” (así la llaman), María Toscana Garfunkel y su marido, Xander Alari-Williams.
Una postal de la familia ensamblada. De izquierda a derecha, Valentín y Franco Giordano –hijos de Romina Yan–, posan con su abuelo, con Rossella y con su joven “tía” (así la llaman), María Toscana Garfunkel y su marido, Xander Alari-Williams.

–Te adoptaron como parte de la familia…

–Y yo a ellos. Juntos atravesamos todas las tormentas, mi hija perdió un papá, Gustavo una hija, por lo que también se encontraron mucho. Hoy los chicos de Romina la adoran a Toscana y ella a ellos, también.

LEGADO DE ESTILO

–¿Siempre te vestiste bien o de chica corrías descalza por el jardín de tu casa?

–Siempre me gustó vestime bien. Mi madre sentía un amor tal por la ropa y la moda que me vestía de punta en blanco, incluso para ir a jugar en el parque con mis amigos. Después la tenía que acompañar cada vez que iba a la modista con sus revistas de alta costura y eso era para mí un suplicio. No me gustaba nada, pero aprendí mucho de moda, telas, confecciones. Enseguida, me transmitió ese fashionismo. En mi casa llegué a tener trece Barbies y les ponía sus medias, zapatos, guantes y vestidos, me encantaba vestirlas.

–Tu hija también heredó esa pasión, ¿no?

–Sí, Toscana vivió algo parecido, pero en vez de arrastrarla a la modista, la llevé de acá para allá a las boutiques de Valentino, de Oscar de la Renta… [Se ríe] Algo se ve que le quedó, porque le encanta.

Una de las fotos favoritas de Rossella, con la que saludó a su amor cuando cumplieron 21 años juntos.



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