Sin dar su nombre, hablando en Olga con Nati Jota, Homero Pettinato y un “mudo” Damián Betular, Eial Moldavsky no tuvo mejor idea que revelar una noche que habría pasado con Lali.
Lo desagradable del tema es la manera en que fue llevando el relato y peor las intervenciones de Homero Pettinato, con comentarios fuera de lugar, avalados por Moldavsky y la producción poniendo la intro de “Disciplina” por si alguien no se daba cuenta de que hablaban de Lali, cuando la estaban nombrando.
Qué necesidad de ventilar una historia pasada, que la protagonista no había contado, con tonito misógino y data de ganador.
No sé si es para cancelar, pero al menos para pedir disculpas por hablar de otra persona, involucrándola en algo que no se sabía sobre su vida privada, para ganar dos minutos de fama. Lamentable.
