Todo es humor, desde el primer minuto en que se escucha su voz en la sala del Apolo, aun sin verlo, y se van sumando las risas que se multiplicarán apenas Moldavsky empiece a dialogar con la gente a la que enfoca una cámara.
Roberto lo hizo una vez más. Creó esta vez “El método Moldavsky” para que el público no pare de reÃrse desde que se sienta en la platea hasta que se despide entre música y aplausos.
Siempre acompañado por su banda, la ValentÃn Gomez, esta vez el humorista extiende un primer monólogo con contenidos relacionados al mundo de los polÃticos, con actualización lógica semana tras semana y reparte para todos lados por igual.
Luego llegará el entremés musical, divertidÃsimo y una catarata de chistes relacionados a la vida de pareja, sin desperdicio. Imposible retener alguno para contarle a la familia y a los amigos. La velocidad del artista impide pensar y memorizar, sólo da tiempo a respirar (recordemos el uso del barbijo) entre carcajada y carcajada.
Eso sÃ, saquen las entradas con tiempo, porque viene con agotadas como en este fin de semana. Ni hace falta recomendarlo: “El Método Moldavsky” no falla.