El ex marido de Susana Gimenez acusado de estafa millonaria

Todo pasa en Uruguay. Lo bueno y lo malo de muchos personajes que eligieron ese país para vivir. Entre ellos Susana Gimenez y también su ex, quien le ganó muchos millones en un juicio de división de bienes tras el divorcio, Huberto Roviralta.
El ex de Su desde hace tiempo de una estafa millonaria en la zona de Carmelo, en Uruguay, como develó el periodista Gustavo Descalzi en “A la tarde”.
Al parecer Roviralta vendió terrenos accesibles, pero con promesa de que les ofrecían un “viñedo” en lotes de un barrio privado y hasta hoy no hay nada construido, y menos plantaciones.
Hay muchos juicios en espera por el tema y el ex de Susana ya tuvo que devolver cerca de $300.000 dólares y se sabe que hay demandas millonarias. Le reclaman un millón y medio de dólares.
Roviralta contrajo matrimonio en el 2013 con Dolores Benedit, 18 años menor que él, con la misma jueza que lo casó con Susana en el Registro Civll de la zona de Recoleta en Buenos Aires. Ya entonces la pareja se radicó en Uruguay y Roviralta anunció que proyectaba el barrio “Dos Hermanas”, este emprendimiento inmobiliario que hoy lo lleva a ser sindicado como estafador.

Una estafa con historia

Fue el 2019 que la Justicia uruguaya condenó al ex polista Huberto Roviralta a pagar más de 270.000 dólares más intereses a un inversor argentino y dio por terminado el contrato de venta de una chacra en un exclusivo barrio privado con viñedos que desarrolló en las afueras de Carmelo, en Uruguay.
La decisión fue adoptada en Montevideo por la jueza Gabriela Rodríguez Marichal a través de la sentencia definitiva 26/2019. Roviralta fue demandado por el “incumplimiento definitivo” de las obligaciones que asumió en febrero de 2012, cuando vendió al inversor argentino una chacra en el barrio privado Dos Hermanas, que desarrolló frente al restaurante Narbona, a pocos metros de la ruta 21. El conflicto de generó con el empresario argentino Carlos Hampton, uno de los inversores en el proyecto.
Luego de protagonizar distintas noticias por sus romances, Roviralta se mudó a Carmelo donde inició una vida de perfil más bajo y vinculada a los negocios inmobiliarios. Allí, compró un campo y lo fraccionó en una decena de chacras con viñedos de 10.000 metros cuadrados cada una y en uno de los predios, hizo su casa.