Desde el domingo el doctor Guillermo Capuya, enviado por C5N, está junto a Jorge Rial, quien está mejorando, tranquilo. todavía internado en la Clínica de Bogotá, adonde tuvo que ser intervenido con un stent el sábado pasado, tras un infarto y un paro cardíaco del que lograron reanimarlo.
Capuya habló sobre el regreso de Rial a Buenos Aires. “Viajará sentado en el avion y por tranquilidad para todos, será un avion sanitario” dijo en nota con Pablo Duggan para la señal de noticias y dio detalles de su estado y el regreso posible.
Lo que se supo además en este lunes feriado, es que Rial estaba acompañado en Bogotá por su nueva pareja, la escritora feminista colombiana, María del Mar Ramon, de 30 años, quien presentaba en este fin de semana un libro en su país.
Ella fue quien se comunicó con Morena y Rocío, hijas del periodista, para informarle en el primer momento lo sucedido, aunque Rial les envió dos audios tranquilizándores diciéndoles que no viajen.
Después la situación se complicó y allí fue que les avisaron que se tomen un avion a Colombia, algo que lograron el domingo a la madrugada tras conseguir los pasajes en la agencia de viajes, que, regularmente, trabaja con su padre.
María del Mar Ramón nació en Bogotá en 1992, pero vive en Buenos Aires desde 2012. Es cofundadora de la organización no gubernamental argentina Red de Mujeres, cocreadora del colectivo feminista colombiano Las Viejas Verdes y del proyecto internacional youtuber Beach Camp. Creadora el proyecto Fanática de los Boliches, que tiene como objetivo llevar perspectiva de género a los ámbitos nocturnos y de fiesta. Escribe con regularidad sobre feminismos y política en Vice, Volcánica, Página/12 y Playboy Colombia y en el portal feminista argentino LATFEM.
María del Mar publicó, en 2019, su primer libro Tirar y Vivir Sin Culpa, el Placer es Feminista (Planeta Colombia) que fue un éxito en ventas. La edición Argentina del mismo sale a principios de febrero en Argentina con el título Coger y Comer Sin Culpa, el Placer es Feminista (Paidós 2020).
No concibe levantarse sin tomar café colombiano, dice la revista Anfibia.
