“A mí cuatro costillas no me van a coartar mi trabajo de actor” dice Rodolfo Ranni a quien quiera escucharlo. A sus 86 años vuelve a subirse a los escenarios con cuatro costillas rotas, ensayando con una faja, pero no quiere rendirse.
Ranni debuta el 3 de enero en San Bernardo junto a Esther Goris en la comedia “Divino Divorcio” y se banca el dolor con el entusiasmo de seguir haciendo teatro.
Hace unos días “el Tano ” estaba solo en su chacra, se cayó y tuvo que arrastrarse como 25 metros, subiendo dos peldaños de una escalera para poder agarrar su celular y llamar a la familia.
Primero no quiso hacerse ningún estudio porque pensó que era sólo el golpe y apareció solamente una costilla rota, pero después le hicieron un estudio más complejo y salto que eran cuatro las que se rompió en la caída.
Pero Rodolfo Ranni es un “toro” y no se rinde. Está pasando letra y ensayando junto a la Goris en San Isidro, cerca de su casa, trata de estar sentado, a veces separa, como en el esfuerzo que hizo para la foto, pero su frase fue “a mí 4 costillas no me van a coartar mi trabajo de actor” y está decidido a encarar toda la gira por la Costa, con los traslados que eso significa. Lo que se llama “un actor de raza”.