Aprende rápido y a sus cortos 19 años, pero con una vida fuerte desde su infancia, Felipe Fort no para de dar sorpresas.
Junto a un gran amigo de su padre, Gabriel Rydz, como su mentor en el negocio de los bienes raíces en Estados Unidos, Felipe se viene destacando en las inversiones y en la venta de propiedades inmuebles.
Con trabajo y dedicación, uno de los mellizos Fort logró crear una amplia red de contactos que le permitieron entrar en este negocio con el pie derecho.
Sin dejar de interesarse por la fábrica familiar, y siempre con la ilusión de crear nuevos productos en chocolatería, en homenaje a su padre, Felipe siente que tiene por delante un fuerte desafío y por eso escucha a los grandes, como Eduardo Constantini, a la hora de soñar con proyectos inmobiliarios.