Volvió a la tele, pero en Los Angeles, invitado por Dante Gebel para un reportaje a fondo. Nicolás Repetto fue el ganador del primer Martin Fierro de Oro con su programa “FAX” y siempre fue un gran creativo, desde “La noticia rebelde” a “Sábado Bus” pasando por todos sus programas.
Gebel trató de entender por qué habiendo logrado tantos éxitos, decidió abandonarlos en el camino y Repetto le explicó que, por ejemplo, dejó “Nico”, aquel suceso donde preguntaba “cuál, cuál, cuál es tu nombre” a Pablo Codevilla, su histórico productor, simplemente “porque me enamoré”.
“Me bajé de “Nico” porque me enamoré de Florencia (Raggi) y no podÃa seguir porque me llevaba la vida ese programa, venÃa de tv diaria y me la llevé a un campo a Flor, me compré un tractor, asà arrancamos y ya llevamos casi 27 años”
Y agregó: “me bajé de “Sábado Bus” porque a veces siento que es “hasta acá”, y aunque mida bien a mà no me importa, ese es un tema del gerente de programación…respecto a lo material “cuántos chocolates podés tener en la heladera?”, dijo refiriéndose a lo material.
Afirmó Repetto que en la tele y en todo, para él “el ego es el enemigo, se van a olvidar de Mirtha de Susana, de Olmedo. qué´sentido tiene que te recuerden si te comieron los gusanos, a mà no me preocupa”
“Yo no soy adicto al poder, me puedo ir a buscar el café y me abro la puerta, a mà me parece que tuve tres vidas, las disfruté, estoy contento de que me hayan sucedido, puedo decir que vivà y vivo plenamente”, comentó.
En cuanto a los años sabáticos, Repetto afirmó contundente que para él “hay vida fuera de la tele”, contó que siempre encontró nuevas emociones porque para él “no hay nada peor que aburrirse, el aburrimiento es la condena”.
Por eso en un momento se compró un campo de 250 hectáreas en Pergamino y aprendió a pilotear un helicóptero que también adquirió y luego vendió ambas cosas…o de repente se dedica a construir casas, pero siempre tiene una, porque su padre cada vez que iniciaba una nueva actividad vendÃa la que tenÃan y llegaba una mudanza para la familia.
Hacia el final, Gebel le preguntó qué le gustarÃa que dijera su lápida, reflejando su personalidad y dijo que allà se podrÃa leer: “hice la mÃa”.