Verónica Llinas es una actriz de pensamiento independiente, pero decidió publicar en su Facebook una carta abierta donde define claramente su decisión de apoyar el pedido de renuncia del Ministro de Cultura porteño, DarÃo Loperfido. Esto es lo que escribió:
Sr DarÃo Lopérfido, nunca me sentà identificada con el llamado “kirchnerismo”, ni tuve empacho en criticar públicamente a la ex presidenta cuando lo consideré necesario, ni a manifestarme en forma crÃtica contra su gobierno en los medios a mi alcance.
Sin embargo, firmé su pedido de renuncia al igual que otros miles de artistas independientes, por considerar que sus dichos fueron ofensivos, torpes y mentirosos.
Ahora, una vez más aparecen declaraciones suyas, violentas y extemporáneas, en las que se mezclan acusaciones de fraude (que de resultar ciertas, serÃa la primera en condenar) con una hiperbólica condena a los “actores kirchneristas enriquecidos en forma fraudulenta”, agregando que son ellos quienes firman los repudios a su persona. En otras palabras, el pedido de renuncia por sus declaraciones irrespetuosas y falaces sobre la dictadura resultarÃa (al estar motivado por un colectivo de estafadores millonarios) convenientemente desacreditado.
Sin embargo, Lopérfido, me consta que varios de los actores a los que Ud. hizo referencia como enriquecidos por trabajar para el “kirchnerismo”, tienen una amplia y prestigiosa trayectoria, y que sus “voluntades” no fueron “compradas” sino que, cuando adhirieron a tal o cual proyecto polÃtico, lo hicieron movidos por un verdadero convencimiento.
Considero que no merecen ser ensuciados de la manera en que usted lo está haciendo, sugiriendo que sus ideas polÃticas -que a menudo no comparto- responden al espúrio interés y no al pensamiento y a la conciencia.
Lopérfido: Con tal de sacarse de encima el hecho de que una enorme cantidad de miembros de la comunidad artÃstica ha rechazado su conducta, no vacila usted en proceder a la calumnia y a la falacia. La idea de que un actor que trabaja para un proyecto sostenido por el Estado es cómplice de los errores o delitos del gobierno que tiene dicho Estado a su cargo, no merece siquiera ser rebatida.
La idea de que un actor que trabaja para proyectos sostenidos por el Estado se “enriquece en forma fraudulenta” resulta por demás inquietante en alguien que ocupa un cargo público. Su nueva intervención, Sr. Ministro, es una vez más suficiente para que toda la comunidad de actores vuelva a reclamarle la renuncia.
Por otro lado, me gustarÃa que se supiera que en varias ocasiones fuà invitada a participar en esos programas que supuestamente solo convocaban a actores “kirchneristas”, de los que no pude formar parte por estar ya con otros proyectos.
Nunca nadie se ocupó de averiguar a quién habÃa votado o dejado de votar. Si se hicieron negocios turbios con fondos públicos, no fue con la complicidad de la mayorÃa de los actores que participaron en ellos.
Yo, que no formé parte de ninguno, siento la obligación de salir a defender a tantos colegas que hoy se ven injustamente sometidos a acusaciones improcedentes apenas por dedicarse a hacer su trabajo.